Estudio demuestra que cuando hay más niñas en las salas, mejora el rendimiento


Según una investigación de la académica de la Facultad de Educación de la U. Católica, Verónica Cabezas, la composición del género dentro de las aulas tiene un impacto significativo en el aprendizaje. Es decir, a mayor proporción de mujeres, el curso completo sube su rendimiento.

En cifras, el aumento de 10 puntos porcentuales en la proporción de estudiantes de sexo femenino (por ejemplo, un curso que pase de tener 40% a 50% de niñas) eleva en un punto Simce el rendimiento de todos los alumnos, sin distinción de género. "Una cifra que puede ser pequeña, pero que es considerable comparada con otras políticas de mayor costo, como la implementación de la Jornada Escolar Completa o la reducción del número de alumnos por sala", dice Cabezas.

Desde hace un par de años ha surgido evidencia que cuestiona seriamente uno de los argumentos esgrimidos por el gobierno de George W. Bush para derogar en 2006 la ley que obligaba a las escuelas públicas a entregar una educación mixta: que la educación segregada permitía elevar el rendimiento de los varones.

En 2007, un estudio realizado por las universidades de Princeton y de Jerusalén llegó a los mismos resultados que el de Cabezas: la presencia de alumnas en el aula eleva el desempeño académico de sus compañeros hombres.

Ambos coinciden en la razón: al aumentar el número de mujeres, mejoraría el clima escolar. De hecho, la investigadora concluyó que, cuando hay más niñas en la clase, los profesores declaran pasar mayor parte del currículo y también se elevan sus expectativas sobre los alumnos. Esto último haría, a su vez, que los niños suban, de manera inconsciente, su rendimiento.

El ideal

El estudio, que fue presentado en el marco del Primer Congreso Interdisciplinario de Investigación en Educación, organizado por las universidades de Chile y Católica, se realizó con los datos de cuarto básico del Simce de 2005 a 2008.

Algunas de sus conclusiones vienen a reforzar la teoría de la influencia femenina en el clima escolar. En los colegios municipales, el aumento de las mujeres impacta en mayor medida sobre el rendimiento: por cada 20 puntos porcentuales que aumentan las niñas en la sala de clases, el rendimiento del curso sube nueve puntos. En los colegios particulares, casi no hay efecto. "En Chile, los estudios revelan que en los colegios municipales se dan más situaciones de violencia y bullying", dice la investigadora.

El estudio no encontró diferencia entre los ramos, como lenguaje o matemáticas. Pero sí halló que cuando las mujeres son minoría en un curso (menos de un tercio de la clase), el efecto es el doble. Es decir, cuando en un curso la proporción de mujeres pasa de 10% a 20%, por ejemplo, el Simce en él sube dos puntos.

¿Quiere esto decir que deben existir clases formadas mayoritariamente por niñas? La respuesta es no. "Se podría decir que el efecto se mantiene hasta que las mujeres llegan a ser el 50% o 55% de un curso. Desde ahí disminuye", dice Cabezas. Pero en ningún caso el rendimiento baja a medida que el número de niñas en la clase supera el 55%.