Educación Básica: El desafío de la próxima década


Sin embargo, algunas iniciativas, como la campaña "Elige Educar", impulsada por la Universidad Católica, Fundación Chile, Unesco, Universia, entre otros, buscan cambiarle la cara a la Pedagogía. La meta es mejorar el prestigio social de estudiar educación y logran que se inscriban en la carrera alumnos con puntajes superiores a 650 puntos en la PSU.

Será sólo uno de los desafíos que enfrenten las pedagogías a partir de los próximos años. Otro de los cambios será la reformulación total de las mallas curriculares, iniciativa en la que ya está trabajando el Mineduc junto con las Facultades de Educación. La idea es aumentar la dedicación a los contenidos disciplinarios de los profesores de enseñanza básica, pasando del 6% que tenía Matemáticas en el currículum antiguo, a un 18%. La idea de fondo es mejorar la calidad de la educación que los docentes impartan en el aula.

Y si bien tiene bajos sueldos, en relación a otros profesionales ($438.152 al primer año de trabajo), también se está trabajando en una carrera docente a fin de aumentar las remuneraciones y vincularlas a la calidad de los profesores y no sólo a la antigüedad. En suma, muchos desafíos para una de las carreras más importantes de la sociedad.

PRÁCTICAS CONSTANTES
Cada vez es más común adelantar las prácticas de Pedagogía a los primeros años de la carrera. Es lo que hace, por ejemplo, la Universidad Católica de Valparaíso que las inicia en el primer semestre, mientras que otros como la UMCE y la U. de Los Andes y la Gabriela Mistral las tienen a partir del segundo semestre. En todos estos casos, la práctica tiene el carácter de observación. Es decir, el alumno se familiariza con la clase desde una mirada periférica, para, a contar de tercer año, intervenir más directamente.

En total, el futuro docente, tendrá, durante sus ocho semestres de formación, un total de cuatro a cinco experiencias en espacios pedagógicos reales.

La razón: está demostrado que mientras antes se inicie el contacto con las aulas, más efectivo será el profesor. Es lo que han hecho, por ejemplo, la mayoría de los países exitosos en educación: aumentar el número de experiencias prácticas durante la formación de los docentes.

Pero el campo laboral de un profesor de Educación Básica no sólo está limitado al trabajo en aula con alumnos y alumnas de 1º a 8º Básico. Los egresados pueden desempeñarse también en proyectos de investigación educativa, proyectos interdisciplinarios como también colaborando en espacios de educación no formal, tales como programas de voluntariados o experiencias de intervención comunitarias.