Celulares se transforman en los nuevos aliados de los profesores en clases


Ahora es una de las gestoras de una particular iniciativa en cuatro escuelas públicas de Carolina del Norte.

En esos establecimientos, los niños de noveno grado, antes de entrar a la clase de álgebra, ya no apagan sus celulares. Los prenden. Project K-Nect es el nombre del programa piloto que, en su segundo año de aplicación, les enseña a los niños los ejercicios de álgebra a través de ejemplos en el mundo real. En sus celulares, que poseen acceso a internet y capacidades similares a un computador, como el Blackberry o el iPhone, los estudiantes reciben problemas matemáticos. Si el alumno es incapaz de resolver el ejercicio, accede, a través del mismo celular, a un área de contenidos adicionales. Si aún así es incapaz de dar una respuesta, el aparato le da la opción de recibir apoyo de sus compañeros a través de mensajes de texto. Entonces, tiene la oportunidad nuevamente de resolver el problema.

Este es uno de los cien usos que los celulares pueden tener en la sala de clases y que Liz Kolb resume en su libro "De juguetes a herramientas: conectando los celulares a la educación". Entre las múltiples iniciativas que describe y que están comenzando a multiplicarse en las salas de clase norteamericanas, no todas requieren del uso de celulares complejos, como los Blackberry. Algunos maestros los usan para enviar tareas a través de email o mensajes de textos, basándose en aplicaciones diseñadas especialmente. Otros han creado podcast -programas de radio en línea- donde los docentes graban clases interactivas, a las que acceden los niños a través de sus celulares.

"No tenemos computadores para todos los niños, es muy caro, pero casi todos los alumnos tienen un celular", dice Rosemary Miller, la encargada de tecnología de los colegios del condado de Buhler, en Estados Unidos, donde los podcast se han transformado en una herramienta diaria de aprendizaje.

Otros establecimientos han optado por aprovechar la masificación de los celulares con cámara para las visitas culturales. Armados con sus aparatos móviles, los alumnos deben registrar, por ejemplo, los detalles de su visita al museo y luego armar un video con el material.

SUS VENTAJAS
Los teléfonos móviles son de bajo costo, lo que permite reducir la brecha digital; permiten acceder a información fuera de la sala de clases y ofrecen la oportunidad de un ambiente de aprendizaje personalizado. Ventajas como ésta son resumidas en un informe de 52 páginas del Centro Joan Gaz at Sesame Workshop, una organización educacional sin fines de lucro, y en el que se llama a la actual administración de Barack Obama a estimular el desarrollo de estas tecnologías para integrarlas a la sala de clases.

En él, no sólo se resumen parte de los 25 proyectos que diversos centros de investigación están desarrollando, también se dan algunas orientaciones para sacar el máximo provecho a estos aparatos en los colegios. Por ejemplo, se llama a los gobiernos y empresas a apoyar la investigación para desarrollar aplicaciones exclusivamente para los celulares -y no adaptaciones de programas para computadores- y establecer un cuerpo de profesores digitales que capaciten a otros maestros para aplicar estas nuevas herramientas del siglo XXI.

En Chile, donde la penetración de los celulares alcanza al 92% del mercado de los niños de entre 10 y 18 años, según un estudio de Telefónica y la U. de Navarra, Enlaces también tiene contemplado su uso en las escuelas. Por el momento, los incluirán en un catálogo de recursos educativos donde se describen todas las aplicaciones digitales que pueden ser usadas con fines educativos.

Para Didier de Saint Pierre, director del Centro de Educación y Tecnología Enlaces, todavía falta, eso sí, que las redes de internet sean masificadas en los colegios y que los aparatos con acceso a la red bajen de costo, algo que, en todo caso, todos los expertos avizoran que ocurrirá en el corto plazo