Diputada Tohá entrega tres propuestas para acortar la desigualdad en la educación

Resaltó que la desigualdad educacional que refleja el mecanismo de acceso a la educación superior es cada vez más nítida porque sucesivamente refleja con más precisión el universo estudiantil nacional.

"En los últimos años ha crecido de manera acelerada la cantidad de jóvenes que da la PSU. Esta vez la dieron 120 mil jóvenes más (de un total aproximado de 240 mil), que pertenecen a los sectores de menores ingresos del país y que antes no la rendían. Por esto los resultados 2008 nos muestran la desigualdad con toda su magnitud y su crudeza", argumentó.

Dijo que las causas del rendimiento son conocidas: a la pésima distribución del ingreso en Chile (el ingreso del quintil más rico es alrededor de nueve veces superior al del quintil más pobre de los hogares), se suma que los alumnos de colegios privados estudian con 300 mil pesos mensuales, más otros 100 ó 150 mil pesos por concepto de preuniversitario, mientras los de establecimientos municipales y particulares subvencionados estudian con 40 mil pesos al mes, en promedio.

La parlamentaria PPD propone tres vías inmediatas para hacer frente al problema: ampliar la subvención preferencial que se aplica a la enseñanza básica a la educación media; profundizar las reformas educativas que mejoren la calidad de la educación en los sectores más vulnerables, –lo que implica modificar la institucionalidad de la educación pública, como propone el proyecto de ley que propuso al Parlamento la Presidenta de la República y establecer una carrera docente que mejore el régimen del funcionamiento del profesorado-, y subvencionar el acceso a los preuniversitarios a los sectores más desposeídos.

La diputada Tohá recalcó que la única manera eficaz de enfrentar y revertir la brecha de inequidad es con políticas públicas cuyo foco sea la igualdad educativa, y esto significa iniciativas selectivas como subvención preferencial, mejoramiento de la situación de los profesores que atienden a los sectores más pobres y cambios en la administración de los establecimientos de sectores de bajos ingresos. Concluyó que "la brecha educacional es muy profunda y el país no la puede aceptar…  La reforma a la LGE –en trámite legislativo- es útil para mejorar la calidad de todo el sistema educativo, pero no servirá para acortar las brechas".