Salas cuna aplican masaje indio para calmar a los lactantes

"Victoria duerme mejor y también está más relajada en el día. Incluso cuando está enferma de los bronquios le hace bien, porque le ayuda a botar la flema", cuenta Jaina Fuentes.

Su hija asiste al jardín "Rayito de Sol", en Viña del Mar, donde una educadora y una auxiliar se capacitaron para aplicar esta técnica de la India a sus pequeños alumnos. Y, dado el éxito, decidieron enseñársela a los papás de los niños.

"Hemos visto que las mamás que lo han hecho han potenciado el apego con sus hijos", explica Carmen Encalada, directora del jardín al que asiste Victoria y que, con su experiencia, inspiró a otros centros para extender su aplicación.

Para ello, varios han postulado a los recursos que entrega el Programa de Apoyo al Desarrollo Biosicosocial del Chile Crece Contigo. "Nosotros lo vamos a usar como una estrategia de estimulación precoz, aparte de la lactancia. Ya estamos terminando un curso de capacitación de 30 profesionales y vamos a formar los equipos para hacer los masajes y enseñar a las mamás", comenta Daniela Núñez, matrona a cargo del programa.

Conexión afectiva

La expansión del masaje Shantala es explicable: "Lo hacemos antes del período del reposo y vemos que se relajan sí o sí, también que disminuye los cólicos, mejora el peso, la talla y la conexión afectiva con la madre", detalla la directora del jardín Rayito de Sol, donde comenzaron aplicando los masajes en dos salas cuna y este año los extenderán a otras dos.

Las "tías" de este jardín aprendieron a aplicarlo en series que parten desde el pecho hacia un hombro y luego hacia el otro. Luego siguen masajeando con la yema de los dedos desde un hombro hacia el vientre, formando una banda presidencial. Y así, hasta la planta de los pies, en un proceso que puede durar 30 minutos.

El ideal, explica Carmen Encalada, es que se parta con los masajes cuando los niños ya cumplieron tres semanas. Pero en los jardines lo pueden comenzar a hacer a los tres meses, cuando reciben a los lactantes, y lo están extendiendo a los preescolares hasta los seis años.

Y dado que el programa Chile Crece Contigo ya financia su aplicación, se podrá extender a más establecimientos: "Los masajes son una expresión de cómo podemos reducir las diferencias, porque los niños y niñas que se atienden en el sistema público pueden acceder a esas atenciones que no son baratas en el sistema privado", acota la ministra de Mideplan, Paula Quintana, quien agrega que ésta es una de las medidas innovadoras que el Chile Crece Contigo apoya en jardines infantiles y centros de salud.

COBERTURA

700 mil personas, entre madres e hijos, se proyecta incorporar el próximo año a las prestaciones del sistema de protección Chile Crece Contigo.