“El informe sitúa a España en antepenúltimo lugar, por delante de Portugal y México”


Los profesores no son pocos ni malos, los medios mejoran poco a poco, los temarios son parecidos a otros países, pero sin embargo, hay algo más que una sensación de fracaso. Doy por descontado que los jóvenes, avezados y rápidos para casi todo, no son más tontos que el resto de estudiantes de los países de la OCDE.

“Desde primaria hasta la universidad invierte 7.134 dólares al año, por debajo de los 7.527 de la OCDE". Vía La voz de Galicia.

¿Donde está el problema?

Quizás en un concepto redentorista de la educación que ha pretendido dar solución educativa a todos cuando no todos están llamados a una formación superior. La educación ha sido la pócima para reducir las evidentes diferencias culturales y económicas en la sociedad de hace treinta años. Una especie de puente entre clases por medio de la cultura, pero que aún así le cuesta reflejarse en los índices comparativos con los países avanzados.

“España gasta un 3,5% de su PIB en educación, un 1,5% menos que la media de la OCDE”.Vía Cadena Ser.

Quizás este deterioro se deba a la pulsión por acabar con la educación pública en algunas comunidades, que también emplean la educación como barricada política, y, sin embargo, no lograr centros privados de verdadero nivel más allá de ser muy caros y estar casi exentos de extranjeros.

El 31% de los adolescentes en España no aprueban la ESO. El otro 69% continúa, pero un 28% de ellos no conseguirá un título de bachillerato o FP de grado medio, según la OCDE. Vía El País.

Quizás el estar en la cola educativa de los países desarrollados se deba a una política educativa desastrosa que toca a más de una ley de educación por legislatura, y a la que poco a poco y sin parón depauperan los logros, decrece el valor del esfuerzo y la disciplina para dejarlo en un 'totum revolutum' de pares iguales, siempre por la parte baja de las calificaciones y conocimientos.

“Se ha reducido la diferencia salarial en sólo siete años del 73% al 47% entre los que tienen un graduado escolar y un título universitario”. Vía El País. "Las escuelas públicas acogen a 560.000 inmigrantes frente a los 120.000 de la concertada. Los estudiantes extranjeros son el 9,4%”. .

Puede que todo sea más sencillo y a tenor del rendimiento que se obtiene pasándose años estudiando y quemándose las pestañas los jóvenes opten por tener un óbolo míserrimo pero suficiente para el botellón del próximo fin de semana y esperar un maná que caiga del cielo antes que cobrar casi lo mismo pero, eso sí, bastantes años después, con menos pelo y peor tolerancia al alcohol.

“El salario medio bruto mensual de los titulados españoles, cinco años después de haberse graduado, es de aproximadamente 1.414 euros”: .

Sinceramente lo ignoro, el caso es que la falta de apoyo debilita y desespera a los profesores, que intentan enseñar, desanimados y apelando a las más heroica épica, a unos garañones mostrencos adolescentes. Los padres no se ocupan de los niños en lo que debieran para procurarles un futuro donde papá estado no estará y nada será tan color de rosa como se le ha pintado y enseñado. Y los jóvenes viven un mundo donde los padres les han evitado todo tipo de preocupación que se asociaba a las penas y las sequías endémicas y pertinaces del pasado de ignorancia, pobreza y déficits.

“En Alemania, Suiza y Noruega casi se duplican los salarios españoles. España está a la cabeza en tasa de titulados viviendo en el hogar paterno”. .

Todo esto si hablamos de la enseñanza básica y la secundaria, el antiguo bachillerato. De la enseñanza universitaria, lugar de simonías demoníacas, nepotismos de arrebol y abusos de egocentrismo y locura, no hablo: Sólo indicar que la primera universidad española del ranking mundial de universidades está por el número 140, ya indica mucho. El abismo terrible entre la universidad y la vida empresarial, productiva, económica nos dice que la Universidad es un buen lugar para encontrar trabajo... en la propia universidad.

“El gasto por universitario en España, un tercio menor que en la OCDE”.

Otra vez volvería a preguntar: ¿Cual es la causa?.. quizás, quizás, quizás...