Mayor gasto educacional en un país no garantiza mejores resultados de los alumnos


Esta es una de las principales conclusiones del informe anual sobre la educación que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publica hoy, y en el que compara diversas variables de la financiación de los sistemas educativos de los 30 Estados que la componen.

"Los recursos invertidos en educación están vinculados, como mucho, de forma moderada a los resultados del aprendizaje, lo que sugiera que el dinero es una condición previa indispensable pero seguramente no suficiente para la obtención de resultados de aprendizaje de alto nivel", explica en el editorial la directora del departamento de Educación, Barbara Ischinger.

A ese respecto, Ischinger recuerda que ya en la edición del pasado año del informe se afirmaba que con el mismo nivel de medios, el margen de mejora de los resultados de los sistemas educativos en la OCDE es del 22% de media.

Por eso "los países que aumentan sus gastos por alumno deben examinar con atención la forma en que se despliega este suplemento de fondos", argumenta.

Recuerda que entre 1995 y 2005 los gastos en primaria y secundaria se incrementaron más rápidamente que los alumnos en esos niveles educativos, y también a un ritmo más elevado que el de la progresión del Producto Interior Bruto (PIB) en más de dos tercios de los países de la OCDE.

De cara al futuro, en los diez próximos años la población de 5 a 14 años de edad disminuirá en 23 de esos 30 Estados, con lo que si los presupuestos se mantienen, los recursos disponibles en los centros escolares seguirían subiendo, ocasión para "tomar todo tipo de medidas que mejoren la calidad de los programas y los resultados de los alumnos.

Los autores del estudio destacan que Corea del Sur y la República Checa gastan por alumno hasta los 15 años prácticamente la mitad y un tercio respectivamente de los 95.600 dólares que dedica Estados Unidos, cuando los resultados de los alumnos en ciencias de esos dos primeros países a esa edad están entre los diez mejores del Programa Internacional para Evaluar a los Alumnos (PISA) de 2006.

Los conocimientos demostrados en PISA por los estudiantes estadounidenses, con una media de 489 puntos, estuvieron en la parte baja de la tabla, muy similares a las de los españoles (488 puntos) que por su parte representan una inversión hasta los 15 años de 61.860 dólares cada uno de media.

La OCDE constata, en otro apartado del documento, que el nivel de formación pesa de forma muy significativa sobre la tasa de empleo, y así las diferencias son pronunciadas en el grupo de edad entre 55 y 64 años, el más próximo a la jubilación.

Sólo un 40,2% de los miembros de este grupo de edad que no llegaron a finalizar sus estudios secundarios tienen un empleo, mientras que el porcentaje sube al 52,4% para los que consiguieron terminar el nivel secundario y al 65,9% para los que cuentan con una formación universitaria.

Esta tendencia es general en todos los países de la OCDE con alguna pequeña excepción, pese a las diferencias en la tasa de ocupación de las personas de entre 55 y 64 años.

A ese respecto, los autores del estudio señalan que España, Finlandia, Grecia, Irlanda y Japón están en "una situación favorable para sacar partido" del aumento del nivel de formación entre las generaciones que tienen de 55 a 64 años y la que le viene detrás, de 45 a 54 años.

Los estudios realizados por una persona también tienen un reflejo directo en los ingresos, aunque en esto también influye el género, de forma que a nivel de formación igual, las mujeres del grupo de edad de 30 a 44 años reciben en su trabajo un salario inferior al de los hombres.