Educación a distancia para terminar el ciclo básico y el bachillerato


Yole Boggino de Mojoli

Con este método se puede obtener la Certificación en Educación General Básica (CEGB) equivalente al 7º, 8º y 9º grados y cursar el bachillerato a distancia para adultos con énfasis en gerenciamiento de micro y pequeñas empresas.

El trabajo ha sido analizado por la Unesco y por sus características fue elegido como una “experiencia innovadora” y será presentado esta semana en la conferencia “De la alfabetización al aprendizaje a lo largo de toda la vida: hacia los desafíos del siglo XXI”, que se realiza en México del 10 al 13 de setiembre. Allí, la directora de Sumando, Yole Boggino de Mojoli, hablará ante expertos de la región sobre el funcionamiento de la metodología.

Uno de los aspectos más llamativos de la misma es que la duración de estos cursos depende del tiempo, la dedicación y la capacidad del alumno. Y que se apoya en material didáctico de autoaprendizaje acompañado de cuadernos de ejercicios, CD y apoyo tutorial.

“Esto se probó durante siete años. En ese lapso tomamos personas que habían dejado la primaria hacía diez, veinte años. Al comienzo algunas personas tienen problemas para usar el material de autoaprendizaje, que permite estudiar prácticamente solo. Pero el método desarrolla la capacidad de aprender a aprender y la gente tiene la capacidad de salir adelante”, cuenta la directora.

Los participantes pueden obtener la certificación en educación general básica, que bajo el nombre de “educación general básica” condensa todas las competencias y el programa que normalmente se cursa en tres años en seis materias que se pueden terminar en diez meses. “Es diferente, porque el adulto sabe cosas, tiene un bagaje que le da la vida, la calle y el trabajo. El que maneja un mínimo presupuesto es un gran experto en estrategia. Consideramos todo eso al elaborar el currículum. Al finalizar, esa certificación permite ingresar al bachillerato”, señala Yole Boggino.

La duración de los cursos depende del tiempo, la dedicación y la capacidad del alumno. Este se apoya en material didáctico de autoaprendizaje acompañado de cuadernos de ejercicios, CD y apoyo tutorial.

Al hablar, se entusiasma y empieza a contar casos de gente que volvió a estudiar con este método, y pudo terminar la primaria, la secundaria y hasta ingresaron a la universidad. “Tuvimos gente en Cateura. Empezamos con sesenta adultos que eran analfabetos funcionales o semi. En unos tres meses cuarenta terminaron la educación general básica, treinta fueron becados para el bachillerato, veinte terminaron y una barrendera de Cateura, ya está en la universidad”, cuenta. También recuerda los casos de las mamás que no podían ayudar a sus hijos a hacer las tareas, pero luego pudieron revertir esa situación.


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El bachillerato que se ofrece tiene como énfasis el gerenciamiento de microempresas y cuenta en total con 57 unidades. A diferencia de la actual secundaria, donde se cursan entre 20 y 27 asignaturas, este programa tiene 17 materias. El número incluye las 11 clásicas, más las específicas del énfasis, como contabilidad, plan de negocios, etc.

En ambos casos el sistema está preparado para ser semipresencial. Esto significa el trabajo en solitario del alumno, o en grupos de vecinos o compañeros de trabajo, y la asistencia a talleres, cuya frecuencia varía según dónde se tome el curso. Allí se recibe apoyo tutorial, donde se le explica al alumno lo que no puede entender por sí solo. La tarea del tutor se considera fundamental, porque debe motivar y dar apoyo emocional a los alumnos, especialmente ante los fracasos.

Además, tiene la particularidad de que el alumno puede empezar en el momento en que lo decida y tomarse el tiempo que requiera para terminar. La directora recuerda el caso de Lidia, una mujer que trabaja en la reparación de neumáticos, que terminó en seis meses la educación general básica, porque dedicaba casi todo su tiempo a estudiar, incluso sus ratos libres en el taller. Cada tres meses se vuelven a tomar los exámenes finales.

En pleno examen. Cada tres meses los alumnos del programa pueden tomar los exámenes finales. La duración de los cursos depende del tiempo que se dispone en el calendario.

Para poder tomar estos cursos es necesario saber leer, por eso se pide que los alumnos tengan el sexto grado terminado. Un dato curioso: hay brasiguayos de las zonas sojeras y japoneses que decidieron tomar el curso y también un grupo de 42 maestros pai tavyterá que ahora están terminando el bachillerato, para quienes los materiales de estudios sociales fueron traducidos a su lengua.

¿Dónde estudiar?

El sistema funciona con franquicias en instituciones educativas normales o de régimen acelerado. En capital y Central se encuentra en el Centro Paraguayo del Saber, el Centro Educativo Lambaré, el colegio Buenafuente, la Asociación Cristiana de Jóvenes (Trinidad), el centro educativo Campo Grande y el centro educativo Fernando de la Mora. También se encuentra en el Itapúa, en la escuela San Nicolás, los colegios Naciones de América, Nuestra Señora de Betharram, Santa Cruz y Divina Misericordia, en Amambay en el colegio San Judas Tadeo y otras localidades.