FIDE afirma que traslado de colegio es una medida formativa para Música Sepúlveda

 

El presidente de la institución, Jesús Triguero, afirmó que "el cambio de colegio aparece como una medida formativa, muy apropiada para alguien que cometió una falta muy grave, y no simplemente un "hecho impropio", sin incumplir con el derecho a la educación de nadie".

"Trasladar a un alumno de colegio no significa endosarle el problema a otro. Esto no es como enviar un auto de un taller a otro, donde el problema llega al nuevo taller exactamente igual. Esta medida extrema resulta ser muy conmovedora para los afectados, cuestión que los hace reflexionar sobre la situación vivida, y en muchos casos enmendar su comportamiento", agregó el representante de los colegios particulares.

Respecto al argumento de quienes están en contra de la expulsión y que está basado en que se verá afectado el derecho a la educación de la alumna en cuestión. Triguero indicó que "es preciso aclarar que cancelar la matrícula a un alumno no constituye en sí mismo una violación a este principio, mientras el afectado tenga la oportunidad de dar cumplimiento a este derecho en otro colegio. Esto sólo sería cierto en el caso de quedar fuera del sistema educativo".

Finalmente, el presidente de la FIDE, dijo que "es de suma importancia contemplar los efectos que puede producir un hecho como este en el sistema educativo y de qué manera se verán afectados los profesores como autoridades en el gobierno de la escuela".
 

 
Jueves 14 de Agosto de 2008
 
Fuente :La Segunda Internet
 
 
 
La Federación de Instituciones de Educación Particular, FIDE, señaló que la experiencia en la gestión de colegios indica que cambiar de establecimiento a un alumno, por razones disciplinarias u otras, produce modificaciones notorias y positivas en los alumnos sancionados. Esto, en respuesta a la decisión del colegio Darío Salas de expulsar  a la escolar que vació un jarro de agua a la ministra de educación, el pasado 14 de julio.

El presidente de la institución, Jesús Triguero, afirmó que "el cambio de colegio aparece como una medida formativa, muy apropiada para alguien que cometió una falta muy grave, y no simplemente un "hecho impropio", sin incumplir con el derecho a la educación de nadie".

"Trasladar a un alumno de colegio no significa endosarle el problema a otro. Esto no es como enviar un auto de un taller a otro, donde el problema llega al nuevo taller exactamente igual. Esta medida extrema resulta ser muy conmovedora para los afectados, cuestión que los hace reflexionar sobre la situación vivida, y en muchos casos enmendar su comportamiento", agregó el representante de los colegios particulares.

Respecto al argumento de quienes están en contra de la expulsión y que está basado en que se verá afectado el derecho a la educación de la alumna en cuestión. Triguero indicó que "es preciso aclarar que cancelar la matrícula a un alumno no constituye en sí mismo una violación a este principio, mientras el afectado tenga la oportunidad de dar cumplimiento a este derecho en otro colegio. Esto sólo sería cierto en el caso de quedar fuera del sistema educativo".

Finalmente, el presidente de la FIDE, dijo que "es de suma importancia contemplar los efectos que puede producir un hecho como este en el sistema educativo y de qué manera se verán afectados los profesores como autoridades en el gobierno de la escuela".