Feliz Día, ¿para todos los niños?
- Detalles
- Publicado el Domingo, 10 Agosto 2008 04:07
Entre tanto ajetreo, no muchos recuerdan que más allá del carácter comercial de esta fecha, este día pretende crear conciencia sobre la situación de los niños y niñas de todo el mundo… y para no ir tan lejos, sobre la realidad no tan feliz que deben enfrentar muchos niños y niñas de nuestro propio país.
En Chile, aproximadamente 200 mil niños, niñas y adolescentes trabajan. De ellos, más de la mitad lo hacen en condiciones inaceptables, no cumplen la edad mínima de admisión legal al empleo (15 años), no asisten a la escuela, trabajan en la calle, de noche o por más tiempo que la jornada legalmente establecida para todos los trabajadores.
Estos niños y niñas son parte de los casi 200 millones de trabajadores entre 5 y 14 años que existen en el mundo y que jamás celebran su día, porque están ocupados –algunos hasta 14 horas diarias– en labores ligadas a la agricultura, el comercio (vendedores ambulantes, feriantes), la minería artesanal, manipulando maquinaria peligrosa o haciéndose responsables del cuidado de hermanos u otros familiares, tareas que le impiden recrearse, jugar e incluso ir a la escuela.
A pesar de los avances que países como el nuestro han experimentado en este tema -al suscribir los principales acuerdos internacionales como la Convención de los Derechos del Niño, el Convenio N°138 y el N°182 de la OIT, sobre la edad mínima de admisión al empleo y sobre las peores formas de trabajo infantil - el tema del trabajo infantil aún es un problema latente, que día a día sigue siendo clave en la perpetuación del círculo de la pobreza en que están muchas familias.
Esto, porque a pesar de que socialmente a veces se justifica el ingreso temprano de niños y niñas al mundo laboral -como una manera de conseguir ingresos extras o como un aprendizaje que puede ser útil para su futuro- la realidad es muy distinta. Muchos niños y niñas que trabajan, son explotados y están expuestos a condiciones y entornos que no son los adecuados para su edad y desarrollo, perdiendo incluso la capacidad de imaginar una realidad distinta a la cual poder aspirar.
Ante una historia que se repite una y otra vez, como sociedad, más que apuntar a “mejores condiciones” para los niños y niñas que trabajan, la clave estará en seguir avanzando en la protección de nuestros niños y niñas, velando sobre todo por sus derechos más básicos.
De la mano del compromiso formulado por el gobierno, de erradicar el trabajo infantil al bicentenario patrio (año 2010), continuamos el trabajo y mantenemos la esperanza para que cada día más niños y niñas puedan jugar, estudiar y disfrutar de una infancia como la de otros niños que este domingo sí tienen reales motivos para celebrar.
*María Jesús Silva es Coordinadora Nacional del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT