Las protestas de estudiantes en Chile desafían la Ley de Educación


Cerca de 9.000 personas marcharon ayer en la capital, Santiago de Chile, y en la ciudad portuaria de Valparaíso, según el portavoz del sindicato de maestros, Danae Prado, y se produjeron al menos 150 detenciones. Los chilenos exigen que el gobierno invierta más en la educación pública.

Después de protestas similares en 2006, Bachelet, está de acuerdo con la revisión del sistema puesto en marcha durante la etapa del dictador Augusto Pinochet, el cual estaba a favor de la educación descentralizada y las escuelas privadas. Pero la nueva ley no hace lo suficiente para devolver el control de los centros escolares al Ministerio de Educación, ni para poner fin a los subsidios del gobierno -con ánimo de lucro- a las escuelas.

“Queremos una educación de calidad para todos nuestros niños y niñas”, declaró Jaime Gajardo, presidente del mayor sindicato de profesores del país, instando a la Ministra de Educación, Mónica Jiménez, a dimitir. “Vamos a convertir esto en un movimiento nacional.”

Las protestas, que han dado lugar a más de 1.700 detenciones desde abril, han perjudicado la popularidad de Bachelet, mientras el país se prepara para las elecciones locales de octubre.


Sistema en crisis.

“El sistema educativo está en crisis”, comentaba Gajardo en una entrevista el pasado 26 de junio. “Para la gran mayoría, el nivel de logro es muy bajo y está estancado, no hay progreso.”

Chile se sitúa como la nación más rica de América del Sur, según la medición de ingresos per cápita. Es el mayor productor de cobre, con lo cual se ha venido beneficiando de un tiempo a esta parte, pues el precio del metal se ha cuadruplicado en los últimos seis años, alcanzado su récord en abril pasado.

El país ha pagado todas sus deudas, convirtiéndose en un acreedor neto a principios del año pasado por primera vez desde la independencia de España en 1818, según unas declaraciones del Ministro de Hacienda, Andrés Velasco, del 20 de junio.

El gasto en educación se redujo del 4,2% en 2002 al 3,4% en 2006, según datos recopilados por el Ministerio de Educación. El sistema educacional de Chile, mezcla las escuelas públicas y privadas con los llamados colegios privados subvencionados, financiados en parte por el Gobierno.


Los estudiantes y Bachelet.

“Es un negocio, el negocio de la educación”, dice Javier Campos (17), estudiante en el Colegio San Juan Evangelista y portavoz de secundaria y de estudiantes universitarios en Santiago. “Nos enfrentamos a un tipo de educación para los ricos -una educación de calidad-, y otro para los pobres, que es una educación mediocre en la que no se dan las herramientas necesarias para desarrollarse como persona.”

La cámara baja del Congreso aprobó la medida en materia de educación propuesta por Bachelet el 19 de junio, en medio de manifestaciones de estudiantes y profesores. El Senado llevará a debate el proyecto de ley este mes.

“La nueva ley es el primero de una serie de proyectos de ley destinados a modificar el marco de Pinochet para la educación”, decía Bachelet en una entrevista el 25 de Junio en la Televisión Nacional.

“Lo hacemos lo mejor que podemos, y haremos todo lo posible para mejorar la educación para todos, no sólo para unos pocos”, dijo Bachelet. “En este momento, eso es difícil, porque hay una ley que dice que tengo que dar las mismas ayudas económicas a colegios privados subvencionados que a la educación pública. No creo que deba ser así, y tenemos que fortalecer los que más lo necesitan.”


Público, privado.

Los niños que asisten a escuelas privadas subvencionadas, tienden a lograr mejores resultados que los que asisten a las escuelas municipales, porque sus compañeros de clase tienen ingresos más altos, y porque en las escuelas se aplican criterios de selección”, dijo Emiliana Vegas, experta en educación del Banco Mundial en Washington.

“La parte superior de clase media ha abandonado el sistema escolar público en Chile”, continuaba declarando Vegas, “Si nos fijamos en la distribución de los niños en las escuelas chilenas por sus ingresos, en las escuelas municipales están todos los niños desfavorecidos.”

Cerca del 98% de los chilenos de 15 a 19 años de edad, ha terminado la escuela primaria, la tasa más alta en América del Sur, según un informe de 20 de Junio de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.


Países de la OCDE.

“Sin embargo, los países con ingresos similares hacen un mejor trabajo educando a sus jóvenes”, dijo Vegas. Chile está en conversaciones para convertirse en el primer país de América del Sur en unirse a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

“Chile tiene mucho margen de mejora” en comparación con los países de la OCDE a la que trata de unirse. Según Vegas, “Los puestos de trabajo en Chile han aumentado con el tiempo, pero la mayoría de las personas no pueden acceder a ellos.”