El ex rector, luego de enterarse del pago a las inmobiliarias, ordenó detener cualquier movimiento de dineros que no fuera dirigido al pago de los sueldos, honorarios y cotizaciones, lo cual fue desobedecido y motivó su salida del plantel.

“Es efectivo que este pago a las inmobiliarias, corresponde a rentas de arrendamiento, pero es obvio entender cuáles son las prioridades”, dijo Urrutia en su misiva.

Urrutia afirmó que su decisión se basó en que las casas de estudio deben priorizar la entrega de Educación por sobre otras materias.

“Quienes vayan a tomar esta responsabilidad tienen que hacerlo con la más absoluta certeza que primero está la entrega de la educación y luego obtener una rentabilidad que sea legítima, pero priorizando la educación, priorizando el objeto de la universidad o de un colegio particular, o de una institución de educación ya sea ésta técnica o profesional”, sostuvo el académico.

Por su parte, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Mar, Mauricio González, exigió que la junta directiva de la casa de estudios haga pública la situación financiera de la institución.

“Necesitamos que se nos dé a conocer la situación financiera de nuestra universidad, ya que de esta forma vamos a entender por qué a nuestros profesores no se les paga, por qué tienen cotizaciones impagas, porque hay arriendos de sede que están impagos hace más de 10 meses. Nosotros necesitamos explicaciones y no vamos a dar más tiempo”, indicó González.

En tanto, el ministro de Educación, Harald Beyer, indicó que este caso se está investigando y no se descartan sanciones para la Universidad del Mar.

“El rector ha hecho un planteamiento grave, nosotros ya estamos investigando, trabajando para establecer y verificar todas las sanciones y usar todo el rigor que nos permita la ley para que, en conjunto con el Consejo Nacional de Educación, que es el órgano que define si la institución puede mantenerse como licenciada, si eso es posible de retirarse en un caso extremo”, dijo el titular de Educación.

Debido a los antecedentes conocidos luego de la renuncia de Urrutia, los estudiantes de la Universidad decidieron tomarse la sede de Punta Arenas, además de otros establecimientos que han decidido irse a paro, como el ubicado en Reñaca, Quinta Región, exigiendo la salida de la junta directiva.