Mirando como restauraban la foto de mi bis abuelo, don Enrique Lefebre Rojas, concluí que restaurar fotos antiguas no es tarea simple. No solo porque - si bien es cierto contamos con tecnologías apropiadas - hay que saber usarlas correctamente. La Internet nos facilita el acceso a interesantes programas que permiten “limpiarle” - por ejemplo- la camisa a una foto tomada en el siglo XIX. Esto me ha llevado a pensar en la vida ¡cuantos de nosotros quisiéramos un GIMP (programa de diseño gráfico) para nuestras propias vidas!.

Algunos pensadores nos recuerdan que el pasado siempre debe tenerse en cuenta, argumentan que de el aprendemos, que es la plataforma de éxito en los años venideros, que nos vuelve maduros. Por otra parte encontramos a los que nos advierten con la misma fuerza que el pasado no hay que considerarlo, "que lo pasado pasado está".

Vuelvo a mirar con la delicadeza y cuidado con que la foto de mi antecesor genealógico es resturada. Creo que lo importante es tener presente que la vida se construye día a día, que podemos arrepentirnos o no de lo que hemos hecho en otras épocas, lo que no podemos dejar de hacer es tomar conciencia que las decisiones del presente son responsabilidades individuales que influyen en nosotros mismos y - casi en todos los casos - en otros. Seamos responsables de nuestras decisiones, no olvidemos que el GIMP restaura, pero nunca vuelve a dejar como originalmente era.

Mª Verónica Rodríguez G.

Portal Educativo

lefebrelever.cl