6-Andamio Número seis: Comenzando a construir un espacio educativo

  • Imprimir

Es curioso como nos diferenciamos los humanos unos de otros, algunos por su estatura, otros por el color de su pelo, por su rapidez para las matemáticas. Yo me he identificado - entre otras muchas situaciones - por mis cambios de nombre. Desde niña recuerdan que obligaba a mi hermano menor a que me llamara Lili, luego me hice llamar Paloma, en mis escritos me identifiqué como Canela, y hoy, después de casi toda una vida en que me conocen por Paloma, he vuelto a ser en muchos espacios Verónica, o Verito, nombre con el cual me llaman hermanos, tía, amigos de la infancia, y familia en general.
Así nos vamos diferenciando, a unos nos gustan las chirimoyas y otros prefieren las naranjas, algunos no soportan bañarse en el mar o piscina  y otros dan lo que tienen por una tarde bajo el agua. Somos diferentes, hemos sido criados en espacios distintos y esta distinción va conformando en los humanos una forma de actuar que está directamente relacionada con el “mundo posible” de cada persona. Estos mundos posibles no son mas ni menos que las acciones, pensamientos o ideas que concebimos en función de lo que siempre vimos, escuchamos, vivimos, es decir, de la herencia cultural y vivencial que heredamos de las personas que nos criaron, educaron o fueron parte de nuestro entorno mas cercano. Pero como la vida es mágica y con su varita puede alcanzar milagros, cuando este mundo posible nos daña y no nos deja actuar en un marco de sana convivencia para nosotros y para otros, podemos modificarlo. Por supuesto esta modificación requiere esfuerzo, perseverancia, y sobre todo convencimiento de que bien vale la pena. Describamos algún ejemplo, una niña fue criada por un padre sobreprotector y una madre sumisa y dependiente de su esposo, a medida que esta niñita vaya creciendo sus conductas tenderán a ser repetitivas de lo observado por sus progenitores, donde lo mas probable es que sea una chica sumisa, en el colegio un tanto pasiva, tímida, miedosa de opinar y de correr riesgos. Pero es aquí donde la educación y un curriculum vivo puede mostrarle a esta niña un entorno diferente y un mundo posible donde existen otros que no son sobreprotectores ni sumisos(as) ni dependientes. A esto le llaman en psicología “darse cuenta”. Los darse cuenta o darnos cuenta en los humanos pueden hacer que nuestros mundos posibles naveguen en aguas cálidas capaces de que nuestro accionar nos lleve a buen puerto, a puerto seguro. En este proceso las escuela, colegios, liceos, universidades, institutos y por supuesto los jardines infantiles juegan un rol fundamental. Al hablar de escuelas o centros educativos estamos aludiendo a los docentes, a los maestros, a los profesoras, profesores, a los catedráticos, tías, a las señoritas o como quieran llamarle según la cultura de nuestros pueblos. Las escuelas sin ellos y ellas son edificios vacíos, es el mundo vivo al interior de las estructuras y mobiliarios los que pueden modificar la vida. Educar en arte o destruir educando, posibilitar los “mundos posibles en armonía” o perpetuar conductas no siempre deseadas. Ayudar a subir andamios o anclarlos en el andamio más básico del conocimiento y sentir humano, es prioritario dentro de las responsabilidades de los trabajadores de la educación.

Y de andamios hablaba también un hombre al cual le reconozco (desde mi humilde opinión) una gran sabiduría, me refiero a Lev, mi amigo virtual de letras, mas conocido como Vygozki.

Las páginas siguientes, presentaran una propuesta que se acerca a la escuela que propongo. Mi propuesta no es antojadiza, obedece a mi experiencia que junto a la de otros y otras, han permitido que esta idea me parezca un modelo a seguir. También está la puesta en práctica de este modelo que ha sido exitosa. Siempre los proyectos son perfectibles, en eso agradezco las sugerencias que algunos padres y madres, también alumnos, me han entregado. Cuando se está construyendo, todo los aportes sirven.

Recuerdo a un profesor de la Universidad de Playa Ancha que decía que los colegios se conocían por sus pasillos y murallas, que las murallas hablaban y que si uno caminaba por los patios, estos contaban historias y secretos, la experiencia me ha demostrado lo cierto de esta afirmación.

Cada espacio da cuenta de una forma de concebir no solo los espacios, sino también la manera de hacer educación. Es mas, seamos claros, si usted es un empresario (a) o sostenedor(a), debiera partir de la base que la infraestructura de su colegio no puede ir separada del proyecto educativo y de la convivencia que usted desea potenciar o desarrollar. Es necesario tener en la infraestructura lugares que estén directamente relacionados con los espacios de “respetos humanos”, es decir, espacios que permitan desarrollar un proyecto educativo que considere “espacios pedagógicamente humanos”. No podemos correr el riesgo de que nuestros Proyectos educativos se adecuen a los espacios, debiese ser al revés : los proyectos educativos debieran definir estos. Esta medida es también una forma de hacer educación. Doy algunos ejemplos de espacios que obedecen al proyecto Educativo que propongo (Proyecto Educativo ”Lefebre Lever”) y sus justificaciones:

  • Oficina del director(a): este espacio debiese considerar una estación de servicio cómodo y ergonómica, y una mesa de reuniones (pequeña y de cuatro sillas a lo menos)
  • Oficina del Asesor(a) técnico pedagógico: considerando que este profesional debe trabajar directamente con los docentes, su espacio debiese tener no solo una estación de servicio sino también un librero que contemple espacio para archivadores y libros de consulta. Su ubicación debiera ser continua o a la sala de profesores.
  • Oficina de integración: espacio que debiese tener una estación de servicio con tres escritorios y una salita independiente para consulta personal. Los escritorios son para los profesionales que integren el área de integración (psicóloga, psicopedagoga, terapéuta ocupacional, por ejemplo)
  • Oficina del orientador : un escritorio y dos sillas mas un librero. Se recomienda un sillón tipo living, para propiciar conversaciones abiertas no ligadas a la estructura burocrática de una conversación cualquiera entre un superior y un estudiante
  • Biblioteca (CRA, Centro de recursos del aprendizaje): espacio con estaciones de servicio que responda a colores juveniles y alegres, con libreros accesibles a los estudiantes, con rincones de cojines, propiciando espacios mas relajados de lectura.
  • Enlaces (sala de computación): escritorios para computadores, debiesen obedecer según los alumnos que tengamos en el colegio, propongo a lo menos , una sala con 35 computadores


Podemos continuar con muchos otros espacios, por ejemplo los de recreación, las áreas verdes, banquitas en los patio, mesas de estudio o conversación. Estas últimas favorecen las clases al aire libre. Espacios para la educación física, para las horas de colación, salitas para los apoderados.

Lo importante y concluyente es la relación Proyecto Educativo v/s espacios físicos.

¿y qué hacemos cuando las estructuras ya están, por ejemplo en los Colegios, escuelas o Liceos municipales?. Avanzar en consecuencia, ese es mi consejo, revisar con detención la "economía de cada decisión". Revisar en conjunto con la comunidad educativa la misión del colegio, escuela o Liceo. Construir un Proyecto Educativo “real”, que considere el entorno y los recursos reales. Sin embargo a esta realidad hay que sumarle “los sueños”, lo que queremos a partir de lo que tenemos. Los sueños son el motor de las construcciones y esto vale para una catedral o para un Proyecto Educativo.


Soñar, avanzar y hacer en consecuencia.