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OCDE: Los desafíos del sistema de educación superior chileno

fuente: elmostrador.cl

Por: Revista educación

Desde hace un par de años que Chile se viene preparando para su ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En los últimos meses, el gobierno ha desarrollado una intensa agenda para cumplir con los estándares de este organismo. El asunto no es menor. Chile entraría a conformar parte del denominado club de países desarrollados y sería el segundo en Latinoamérica en acceder.

En abril de este año, la OCDE dio a conocer el análisis sobre la educación en el país. La entidad propuso, entre otras cosas, mecanismos para evitar la deserción universitaria, modernizar las pruebas de selección, revisar las mallas curriculares y que los planteles privados compitan con los tradicionales por asignaciones estatales.

Dentro de las recomendaciones, la que más causó polémica fue la ampliación del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCh). Según el informe, éste no es representativo de la realidad de la educación superior en Chile. Actualmente, el sistema universitario nacional se reparte en tres tipos de instituciones: las universidades del Estado, las universidades privadas que reciben Aporte Fiscal Directo (AFD) y las universidades privadas creadas después de la Reforma de 1981. El Consejo de Rectores (CRUCh) está conformado por las dos primeras. En total, agrupa a 25 universidades y constituye el único interlocutor válido entre las casas de estudios y el Ministerio de Educación.

Si bien los organismos privados han hecho esfuerzos por organizarse -14 universidades participan en la Corporación de Universidades Privadas-, su representación actual dentro del marco educativo es menor. Hoy, de los 500 mil jóvenes que se encuentran estudiando en las universidades, más de 240 mil lo hace en una privada.

Ingresar a la OCDE no necesariamente implica más riqueza para Chile, como lo señaló el ministro Andrés Velasco, sino que se trata de un reconocimiento a la democracia y buenas políticas. Y dentro de ese marco, la educación es clave.

    "La buena docencia no busca sólo la transmisión de conocimientos, sino el desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico o la capacidad de resolución de problemas nuevos". Andrés Benítez.

Tan sólo en 2009, las instituciones de educación superior ofrecieron alrededor de 6.100 carreras profesionales, concentradas en 10 áreas de estudio. Y son cerca de 277 mil los estudiantes que rendirán la PSU a fin de año. Cifras que año a año aumentan. Y que refuerzan la tesis de que una reforma educacional es necesaria.

Por lo mismo, Qué Pasa seleccionó los seis puntos más relevantes del informe otorgado por la OCDE en materia de educación. Con el fin de tener un análisis más profundo, consultamos la opinión de nueve expertos en la materia, los que representan al Consejo de Rectores, la Red Universitaria Cruz del Sur y el Consorcio de Universidades Estatales.  También, se incluye la opinión del Consorcio de Universidades Privadas y de los rectores de las universidades privadas -que no son parte de éste-, y que se encuentran entre las 10 de mayor calidad según la encuesta Qué Pasa / TNS-Time. Esto fue lo que dijeron:

1. Contar con capital humano de calidad: La OCDE propone mejorar la calidad tanto de los docentes como de los alumnos de las universidades, a través de ofrecer incentivos y programas de perfeccionamiento, además de estimular la preparación y petición de la acreditación institucional.

"El Consejo de Rectores reclama que el Estado aumente fuertemente su inversión en educación superior y en ciencia, tecnología e innovación. Iniciativas como Becas Chile, para aumentar el número de doctores en nuestras universidades, no serán efectivas si se disminuyen los fondos concursables para investigadores jóvenes, si no se apoyan los programas nacionales de doctorado acreditados, y si no se modernizan la infraestructura y equipamiento de nuestras universidades de investigación".

Pedro Pablo Rosso:

Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile y presidente de la Red Universitaria Cruz del Sur.

"La iniciativa de Becas Chile para financiar doctorados en el extranjero es un buen complemento siempre que las condiciones ofrecidas eviten caer en una competencia desleal con respecto a los programas nacionales. Asimismo, es preciso cotejar y medir la calidad de nuestros doctorados mediante la acreditación, y premiar con mayores becas a los programas que cumplen con altos estándares de calidad. Hemos propuesto en la Red Cruz del Sur crear fondos basales para programas de doctorado, asignando bonos por número de graduados y publicaciones de egresados".

"Los profesores universitarios son expertos en sus áreas, pero la mayoría de ellos no estudió pedagogía. Fortalecer la formación docente de los profesores aparece como una tarea fundamental de las instituciones de educación superior. En esto hay mucha experiencia extranjera y el objetivo es uno solo: mejorar el entendimiento y aprendizaje de los alumnos. La buena docencia no busca sólo la transmisión de conocimientos, sino el desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico o la capacidad de resolución de problemas nuevos.  Sólo de esa manera se puede mejorar el capital humano de un país".



2. Revisión de la PSU: Analizar el mecanismo de acceso a la educación superior, con el fin de que el examen mida en realidad los conocimientos que se entregan en los colegios. El objetivo es modernizarla para detectar alumnos talentosos, pero que fueron precariamente preparados.

Víctor Pérez:

 "La PSU es un instrumento razonablemente objetivo para seleccionar de manera transparente -e independientemente de su capacidad de pago- a los alumnos que ingresan a las universidades del Consejo de Rectores, las cuales ofrecen carreras con cupos y puntajes de ingreso que son de público conocimiento. El Consejo está llamando a una evaluación internacional de la PSU y varias de sus universidades están experimentando nuevos instrumentos para perfeccionarla".


Pedro Pablo Rosso

"Desde luego, evaluar el impacto de incorporar aspectos metacognitivos del postulante, ponderando aquellos criterios que prueban tener menos sesgos relativos respecto al origen socioeconómico de los jóvenes. En el mismo plano, reconocemos que la base de contenidos que los estudiantes reciben en la educación escolar es disímil, dependiendo del origen del colegio, de manera que una adecuada preparación previa o preuniversitaria puede ser una herramienta eficaz para cerrar otro frente de inequidad".

Orlando Poblete

Rector de la Universidad de los Andes.

"La PSU es una fuente de inequidad: opera bajo el supuesto de la medición de contenidos que la educación secundaria debe cubrir, pero no cubre. Y se aplica a todos, en circunstancias que hay estudiantes de un currículo distinto como los técnicos profesionales. La propuesta de pruebas de egreso de la educación media, que evalúen conocimientos y capacidades y que fijen un nivel de aprobación y otro para el acceso a la educación superior, puede ser un camino. También se podrían introducir elementos nuevos a la propia PSU, como ensayos y experiencias extracurriculares. Lo importante es tomar el Informe OCDE y a partir de él diseñar un programa integral de reformas con aplicación gradual. Convocar a eso a todos los actores relevantes es la tarea urgente de la autoridad".

    "Debemos avanzar hacia un sistema educativo articulado con cuatro niveles formativos: bachillerato, licenciatura, maestría y doctorado". Juan Manuel Zolezzi.

3. Educación excesivamente costosa: Acabar con el elitismo de la educación superior, entendiendo que las carreras debieran ser más abiertas, durar menos cantidad de años, ofrecer estudios posteriores y terminar con la idea de "túnel" (carreras con sólo una entrada y una salida). Además, contar con más apoyo del Estado.

Pedro Pablo Rosso:

"También tenemos coincidencia sobre las rigideces de nuestro sistema universitario de pregrado que responde a un pasado histórico monodisciplinar, con programas exageradamente largos y con escaso énfasis en fortalecer habilidades transversales como trabajo en equipo, espíritu crítico, capacidad de expresión, manejo de un segundo idioma, etc. Hoy se requiere una formación más amplia e integral, con programas cortos y pertinentes y mayor movilidad interna y externa. En esto último, se ha propuesto el diseño de un sistema de créditos transferibles".

Juan Manuel Zolezzi:
"La educación superior chilena es una de las más costosas del mundo, sólo superada por países como EE.UU. y Corea. Las familias chilenas realizan esfuerzos significativos para costear la educación terciaria de sus hijos, existiendo un número insuficiente de becas y ayudas estudiantiles. El Estado debe incrementar la cantidad y calidad de las becas y debemos perfeccionar el sistema de crédito, evitando la discriminación entre estudiantes de diversas instituciones educativas".

Daniel Farcas:
Rector de la Uniacc y presidente de la Corporación de Universidades Privadas.

"Las carreras debieran ser más cortas, y a la vez, escalables, de tal forma que las calificaciones académicas y profesionales sean progresivamente superiores. Necesitamos un sistema más integrado, en el cual una persona pueda transitar desde una calificación técnica de nivel superior, a un grado académico y luego a un postgrado, incluso en instituciones diferentes. Esto permitiría hacer realidad el concepto de educación continua y le daría viabilidad a las expectativas de desarrollo académico, profesional y personal de los jóvenes que se incorporan al sistema".



4.Apertura del Cruch: Postula que las universidades privadas también puedan tener representación de parte del Consejo de Rectores, terminando con el "anacronismo" con el que la OCDE calificó al Consejo, representando así el interés de todos los centros de estudio.

Víctor Pérez:

"El informe de la OCDE postula que las universidades privadas nuevas ingresen al Consejo para recibir aportes basales estatales, algo que no sucede en ningún país de la OCDE. Las universidades privadas nuevas se crearon según la ley de Pinochet de 1981, que estableció que ellas no deben tener fines de lucro, que no reciben aportes basales estatales y que no son parte del Consejo. Hemos pedido que en democracia se revise integralmente esa ley, algo que curiosamente no hemos logrado. Mientras eso no ocurra, defenderemos el actual Consejo, porque lo contrario sólo serviría para que con aportes de todos los chilenos se mejore el "negocio" que hacen algunos nacionales y extranjeros con la educación superior".

Daniel Farcas:


 "Lo importante es que los apoyos y recursos a los que hoy sólo tienen acceso esas universidades se hagan extensivos a todo el sistema, sin importar si se trata de universidades creadas antes o después de 1980, si son del Estado, privadas tradicionales o bien privadas creadas después de las reformas efectuadas a comienzos de esa década".

Carlos Peña:


Rector de la Universidad Diego Portales

"El CRUCh se ajusta al viejo sistema: cuando la educación superior era de minorías, las instituciones uniformes y el financiamiento provenía de impuestos. Hoy la situación es otra: la educación es de masas, las instituciones son diversas y la mayoría se financia con cargo a las rentas actuales o futuras de los propios estudiantes.  Es necesario entonces constituir un organismo más adecuado a la nueva realidad y donde todas las instituciones acreditadas puedan deliberar en torno a la mejora del sistema".

5. Apoyo estatal basado en las funciones sociales: El Estado debiera ordenar las universidades de acuerdo a sus objetivos sociales, previamente establecidos, y priorizar la entrega de fondos de acuerdo a las urgencias de cada sector.

Víctor Pérez:

"Me parece extraño y sospechoso que el informe de la OCDE recomiende que en Chile el Estado financie a universidades privadas nuevas según sus objetivos sociales, algo que no rige en esos países. ¿Qué pasaría en Francia, España o en Gran Bretaña, países de la OCDE, si un ministro de Educación dijera que el Estado debe financiar a las universidades privadas, incluyendo a las que tienen fines de lucro? En menos de 24 horas los estudiantes están en la calle y el funcionario fuera del cargo…".

Pedro Pablo Rosso:

"La diversidad del sistema universitario chileno es una valiosa característica. Así, podrá existir un conjunto de universidades con las capacidades adecuadas para hacer investigación, y con todos sus esfuerzos abocados a ese objetivo. Otras se dedicarán a ser buenas universidades docentes y, desde luego, las universidades de regiones cumplirán un rol muy importante para apoyar el desarrollo local. En ese sentido, no se trata que el Estado ordene el sistema, sino que diseñe políticas de apoyo que apunten a priorizar áreas, especialmente en las que la actividad universitaria genera bienes públicos".

Ernesto Silva:

Rector de la Universidad del Desarrollo.

"El Estado debe asignar los recursos en función de quien le ofrezca una mayor eficiencia en el uso de los mismos. La educación es en parte un bien público y las universidades privadas son capaces de entregar ese bien público, muchas veces en condiciones mucho más adecuadas que las instituciones estatales. Es posible pensar en un mayor gasto fiscal para educación superior, siempre y cuando, éste se asigne bajo criterios competitivos, transparentes y abiertos a todas las instituciones, por ejemplo, por la vía de fondos concursables, según los objetivos que el Estado se fije. Tal como lo sostuvo el informe de la OCDE, no parece justificable que las instituciones del CRUCh monopolicen los aportes fiscales".

6. Estandarizar las calificaciones: Impartir un sistema de calificaciones que sea equivalente y estándar con los niveles internacionales, con el fin de que éstas estén basadas en resultados y no en tiempo de estudio.

Víctor Pérez:

"El Consejo de Rectores está avanzando en esa dirección a través de los sistemas de créditos transferibles y de movilidad estudiantil. También estamos trabajando en proyectos de modernización curricular a través de la formación basada en competencias".

Pedro Pablo Rosso:

"Nos parece importante asegurar la calidad de la formación de pregrado y en especial de los títulos profesionales, para garantizar competencias adecuadas a los requerimientos del mundo laboral. Un sistema de calificaciones puede ser una solución interesante que se debiera evaluar, pero a condición de no imponer criterios rígidos respecto a qué enseñar. En ese sentido, nos parece deseable la propuesta de evaluar resultados y no las estructuras curriculares o el tiempo de estudio".

Juan Manuel Zolezzi:

"Es urgente avanzar hacia un sistema universitario y de capacitación con calificaciones estándares. Siguiendo la experiencia de Bolonia (1999) debemos avanzar hacia un sistema educativo articulado con 4 niveles formativos: bachillerato, licenciatura, maestría y doctorado. A esta tarea están convocadas todas las instituciones universitarias y de capacitación sin distinción. El país debe avanzar en la certificación de competencias profesionales, promoviendo mayor movilidad e intercambio de estudiantes entre instituciones y programas".