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Chile tiene la más alta diferencia de aprendizaje entre niños y niñas

Elizabeth Simonsen

www.latercera.cl

Una tarea pendiente en materia de equidad tiene Chile. Según el Segundo Estudio Regional de Aprendizaje que realizó la Unesco entre 16 naciones de América Latina, el país tiene la más alta diferencia de rendimiento entre niños y niñas, principalmente en matemáticas de tercer año. Mientras ellos lograron 532,8 puntos, ellas obtuvieron 523. En decir, 13,37 menos.

En ocho países, no hay desigualdad por género y en Nicaragua, Costa Rica y El Salvador, si bien las hay, es más baja: 12,72; 10,8, y 10,9 puntos, respectivamente. En sexto año, la inequidad en Chile tiende a disminuir, aunque bordea los 7 puntos e iguala el promedio de la región. Nuevamente hay siete países que logran que sus niñas tengan igual desempeño que los varones en matemáticas (Uruguay y Argentina, entre ellos), mientras que en Cuba la diferencia es a favor de ellas.

MUJERES INVISIBLES
El estudio de la Unesco no reflejó una realidad desconocida para Chile. Los test del Simce, que al igual que aquel mide la calidad de la educación, e incluso la PSU, muestran que los niños tienen un mejor desempeño en matemáticas.

"No es casual, porque Chile es uno de los pocos países que no tienen políticas al respecto. Por ejemplo, Bolivia empezó hace 15 años a implementar la coeducación", dice Ilish Silva, director del Centro de Investigación Pedagógicas de la Universidad Arturo Prat.

Políticas que, por ejemplo, han capacitado a los profesores para estar atentos a estas diferencias. Y que intentan acabar con los mitos de que las mujeres son buenas para las humanidades y los hombres para las ciencias. Y que muchas veces el propio sistema escolar contribuye a perpetuar.

Un estudio de tres años efectuado en EE.UU., en el que se observó más de 100 salas de clases mixtas, concluyó que los niños eran interrogados e interactuaban con los profesores ocho veces más que las niñas. Los maestros apreciaban verbalmente mucho más las contribuciones de ellos, mientras que sólo respondían con un simple "no" u "ok" las interrogantes de las niñas. Según los expertos, esto se da porque los varones toman más espacio en la sala de clases que las mujeres, tanto física como verbalmente. Se hacen notar, mientras que ellas evitan preguntar por temor al ridículo.

Son todas áreas que los especialistas llaman el currículo oculto de la educación. "Desde la escolaridad básica se van formando los estereotipos de género. Impera una lógica de hegemonía masculina que tiene muchos canales de expresión y un fenómeno de invisibilidad de la mujer en las áreas duras del conocimiento", dice Olga Grau, directora del Centro de Estudios de Género y Cultura en América Latina.