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Dr. Larrondo: “Se precisa que el Estado garantice la educación en Chile”

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Consultado sobre la movilización estudiantil el vicerrector Académico de la Universidad de Playa Ancha, Tito Larrondo González, la califica como irruptiva a diferencia de otras situaciones en la cual ha habido una progresión, y que responde a un largo proceso no atendido respecto a las universidades en general, pero en particular a las universidades estatales.

“Diría que el tema de las universidades es un tema mundial, en nuestro caso tiene que ver con el modelo de país, por lo tanto se precisa que el Estado garantice el desarrollo de la educación en Chile sobre todo en las instituciones de educación superior estatales”, planteó el Vicerrector Académico.

Agrega en esta materia que es indispensable que el Estado defina su rol frente a las universidades del CUECH y se establezca un nuevo trato. En ese sentido, “la Universidad de Playa Ancha debe liderar este tema, porque a partir de la universidad se puede irradiar lo que debe ser el desarrollo de la educación en general en Chile. La UPLA es la segunda institución de mayor tamaño en la formación de profesores en Chile; es la primera en el número de carreras de pedagogía que ofrece; es el plantel regional más grande desde el punto de vista de la atención a los sectores más carenciados, esas son sus potencialidades”, enfatizó el Dr. Larrondo.

¿El lucro es uno de los factores que determinan estas desigualdades?

El sistema que se ha generado, es absolutamente desarmónico, dice el Vicerrector Académico añadiendo que “todos deben lucrar, en el buen sentido, es decir que se obtengan beneficios. En el caso de las universidades del Estado éstas “lucran” al pretender revertir sus ejercicios en una mayor calidad, con mayor equidad.

“Las universidades privadas, en tanto, lucran en beneficio de los dueños o de las sociedades no pagando impuestos, ni contribuciones por los edificios que ocupan, por lo tanto diría que ahí se produce la desarmonía”.

Este movimiento –según sus palabras- ha generado un estado de situación de país de mucha demanda, con una crítica muy seria hacia las clases gobernantes llámense políticas, económicas o de gobierno, las encuestas así lo demuestran.

Movimiento estudiantil

El Dr. Larrondo explica que el tema de fondo de este debate es la creación de un nuevo modelo de universidad que se haga cargo de las necesidades que tiene el país. “Nuestra preocupación debe girar en torno a cómo generamos profesionales con una buena formación, con un proyecto de vida sustentable, y con mucha responsabilidad social.

“Creo que ese último aspecto, es un tema faltante en los modelos de formación universitaria; la formación del ciudadano responsable, del ciudadano competente es una tarea de la universidad, pero que lamentablemente no se ha cuestionado. La discusión se ha radicado mucho en los fondos y yo digo que es más de fondo”.

¿Cómo debería seguir la discusión?

“Las conversaciones entre el Gobierno y los estudiantes deberían estar centradas en la calidad de la educación con equidad y responsabilidad social; promoviendo, además, un cambio de rol en los actores.

“Los profesores no pueden ser simplemente dictadores de clases, los estudiantes no pueden ser simplemente receptores de materia, los gestores no pueden ser simplemente administradores de dinero, hay un proyecto de desarrollo de país que debería estar consensuado por todas las entidades que participan de él, pero ese consenso no existe.

“Por lo tanto, hay que generar un proceso mucho más fortalecido desde el punto de vista de la regionalización, de la atención de las demandas de los sectores diversos, acá es quien logra sobrevivir mejor, y ese es un tema de fondo”.

A su parecer ¿son eficaces las medidas planteadas para propiciar la educación gratuita y de calidad?

“No son eficaces porque se discute la punta del iceberg, se cree que poniendo 4 mil millones de dólares con eso tenemos solucionado el problema, se cree que generando un proceso amplio de ingreso a las universidades se va a solucionar el problema, se cree que generando cambios en los estatutos se va a lograr una mejor calidad en la formación y creo que el tema es mucho más complejo.

“Primero que nada, una frase muy conocida: “este es un tema de Estado no de gobierno”, como ha sido en países exitosos en esta materia es el caso de Finlandia que le llevó 40 años, de China, Shangai, Singapur con 20 años, y Korea 30 años.

“No hay otra receta, por lo tanto las políticas que se han impulsado en este último tiempo son más zanahoria, son más oportunidades, pero no es más proyecto. Actualmente, no hay un ente superior que diga para allá vamos, no hay un consejo, no hay una mirada de los partidos políticos ni del mundo empresarial. El mundo empresarial es el gran beneficiario de la educación y es el que menos aporta a la calidad, para eso han generado sus propias universidades que repiten el modelo, pero los ingenieros que forman, no son los que trabajarán como obreros calificados en sus empresas, están generando más elite”.

Existe preocupación por el tiempo que ha llevado esta discusión, sin avizorar una pronta solución. ¿Cuál es su opinión al respecto?

“No es preocupante por las semanas que lleva el movimiento, ni porque se pueda poner en riesgo el año. Lo preocupante es que no estamos siendo capaces de transformar este tiempo en una inversión a futuro para todas las nuevas generaciones, lo que falta es precisamente la mirada a largo plazo.

“Los estudiantes que van a ser profesionales y que tendrán hijos, serán éstos últimos los que vendrán a esta nueva universidad, porque después de este movimiento –y lo reitero- surge una nueva universidad, que estará dada por la integralidad en la discusión donde todos estén presentes”.

¿Qué rol debería asumir la comunidad universitaria en esta “nueva universidad”?

“Debería traer consigo mayores niveles de exigencia interna, mayor compromiso por el cumplimiento de las tareas, dar más y pedir menos, ser más exigente consigo mismo y cuando estoy diciendo todo esto, estoy pensando en todos y en cada uno de los integrantes de la comunidad universitaria.

“La calidad de la educación pasa también por la calidad y exigencia de los estudiantes. La excelencia académica pasa cuando un estudiante es capaz de adelantarse a lo que el profesor le está entregando; pasa porque el estudiante se esfuerce por superar sus debilidades y no solamente por aprobar ramos; pasa porque el profesor no solamente crea haber pasado el programa sino que sus alumnos hayan realmente aprendido. Ni el mejor doctorado te da la tranquilidad para ser un mejor profesional, eso es falso, pero todos anteponen sus títulos como símbolo de calidad”.

En ese sentido, ¿cómo la universidad va a propiciar ese cambio?

“A través de nuestra propuesta de innovación curricular que hemos estado incubando en todo este tiempo. La educación continua, la flexibilidad curricular y las entradas y salidas intermedias son los tres garantes que nos permitirá atender bien la personalidad del estudiante en formación.

“La educación continua no es tan solo ofrecer magíster y doctorados sino también está en la preocupación que tiene la universidad por ese profesional cuando ingresa al sistema, eso también es responsabilidad social. La educación continúa debe ser la gradación y la graduación de los procesos de formación, esa es una respuesta.

“Pero también lo es la flexibilidad curricular que permite que un ingeniero, un nutricionista, un periodista, un profesor reciban también los influjos de las demás áreas, lo que posibilita a los estudiantes la apertura de diversos escenarios.

“A estos dos se suman las entradas y salidas intermedias que tienen por objeto hacer más responsable el proceso de formación, nosotros no estamos formando cabezas, estamos formando ciudadanos, y eso es lo que debería darse en un proceso de innovación curricular, que más que innovación es el modelo de formación que la Universidad de Playa Ancha debería tener, un modelo siempre perceptible, siempre modificable”.