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Los modelos de financiamiento universitarios que podrían replicarse en Chile

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www.latercera.cl

por: Javier González

 

Una de las propuestas en educación presentada por el Presidente Sebastián Piñera para intentar frenar una de las crisis más serias que ha enfrentado su administración, tiene que ver con el establecimiento de un grupo de trabajo que analice un nuevo sistema que reemplace el actual Crédito con Aval del Estado (CAE).

Expertos aclaran que para esta comisión de trabajo se requiere un perfil más económico, por sobre los profesionales que se desempeñan en políticas públicas. Por eso, se apunta a personas que cuenten con experiencia en el sistema crediticio aplicado a la educación.

Ya han comenzado a circular nombres como el ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, los economistas Vittorio Corbo, Mario Marcel, Harald Beyer, Patricio Meller, y el ex asesor del Mineduc, Christian Larraín.

Este grupo tendrá como objetivo determinar los cambios que deberían realizarse a los sistemas de financiamiento. ¿Pero qué esquemas exitosos a nivel internacional podrían ser replicados en Chile?

Fuentes del Mineduc aseguran que uno de los modelos que mirarán será el australiano. El sistema se basa en el cobro del arancel de la carrera una vez que el estudiante egresa de la universidad y se encuentra trabajando, y el pago es directamente proporcional a los salarios que percibe. Además, se realiza a través de los impuestos, con lo que se garantiza una alta tasa de retorno.

Bruce Chapman, académico de la Escuela de Economía y Gobierno de la Universidad Nacional de Australia, explica a La Tercera: "Los estudiantes pagan por su matrícula a futuro, siempre y cuando sus ingresos personales alcancen a alrededor de 45 mil dólares australianos por año (cerca de $ 22 millones). Esto se recauda a través del sistema de impuesto sobre la renta, aunque las personas más pobres pagan mucho menos dinero o definitivamente no pagan".

Una vez que alcanzan el piso mínimo para comenzar a pagar, se calcula que el descuento es de un rango de entre 3% y 6% de sus ingresos. También tienen la opción de prepagar la deuda parcial o totalmente, lo que les permite obtener rebajas de hasta el 15% en el total de lo adeudado.

En opinión del consultor de políticas de educación superior, José Joaquín Brunner, el modelo australiano es perfectamente aplicable en Chile. Según explica este ex ministro del ramo, hay dos factores que contribuirían: el actual esquema del Fondo Solidario que se aplica en las universidades del Consejo de Rectores y el estándar de calidad del Servicio de Impuestos Internos (SII). "El crédito solidario del Consejo de Rectores es contingente al ingreso y tenemos un Servicio de Impuestos Internos muy eficiente, que podría ser una solución para que el cobro se haga dentro del proceso normal del pago de impuestos y eso mejore las tasas de recuperación del crédito, que hoy es muy baja. Eso sí, siempre que sea contingente al ingreso", afirma.

 

Otras experiencias

Suecia y Hungría también tienen modelos exitosos, pero parten de una base distinta. En el país escandinavo no se cancela arancel, sino que una matrícula semestral voluntaria que alcanza a casi los US$ 50 (unos $ 22 mil). "La educación universitaria es, con escasísimas excepciones, absolutamente gratuita. Se financia con recursos del presupuesto público", dice Roberto Broschek, agregado comercial de la embajada de Suecia en Chile, .

Eso sí, los estudiantes pueden optar a un bono de US$ 2.100 y también a un préstamo de casi US$ 5.000, para financiar los gastos adicionales en sus estudios. Los alumnos de familias con mayores ingresos, agrega Broschek, suelen tomar sólo el bono. "Si se trabaja en paralelo a los estudios, hay una regla que establece cuánto se puede ganar durante el semestre sin perder el derecho al bono. Ese límite está fijado en, aproximadamente, US$ 9.500", explica.

El pago comienza a realizarse después de seis meses de la última vez que se recibió el préstamo y se debe pagar incluso si la persona se encuentra sin trabajo, en cuyo caso se puede solicitar un pago menor. La tasa de interés actual es de 1,9%.

En el caso húngaro, el pago comienza después de un período de gracia de tres meses luego del egreso y, durante dos años es de 6% a 8% del salario mínimo del año anterior. A partir del tercer año, los estudiantes pagan entre 6% y 8% de su ingreso mensual promedio. También está la opción de una suspensión de los pagos.

Ese país también ha aumentado su gasto público en educación y comenzó a incorporar en su programa de préstamos a los alumnos de doctorados o que estudien en algunos países vecinos. El período de elegibilidad para los préstamos estudiantiles se fijó en 10 semestres y el límite de edad se incrementó a 40 años.

El replicable sistema australiano

En la nación oceánica, los estudiantes más pobres reciben subsidios para pagar la matrícula. No sólo Chile mira el esquema australiano, también ha sido adaptado en varios países con éxito , entre ellos Nueva Zelandia, Reino Unido y el mismo Hungría.

Suecia: los alumnos deben aprobar 62% de los cursos

Para acceder a bonos el alumno debe ser aceptado en un instituto de educación superior aprobado por la Superintendencia de Estudios. Para conservar el derecho debe aprobar 62,5% de los cursos en primer año.

Hungría, otro modelo exitoso

Más del 50% de los universitarios han tomado las alternativas que pone a disposición el Estado para sus estudios universitarios. Si el solicitante del crédito tiene un permiso de paternidad o alguna incapacidad temporal, el gobierno puede cubrir el pago de los intereses.