Documentos de interés

Facundo Cabral

www.elpost.cl
 
Por: Eugenio Severin
 
Cuando asesinan a un poeta, no hay palabras sensatas ni suficientes.
 
Cuando asesinan a un cantor, cabe preguntarse por el mundo que estamos construyendo, en el que el canto es silenciado con balas.
 
Cuando asesinan a un creador y un hombre de paz, es obligatorio guardar silencio, pedir perdón, recordar su voz y su canto, para estar seguros de que seguirá entre nosotros:
 
"Bienaventurado el que no cambia el sueño de su vida por el pan de cada día". 
 
"Bienaventurado el que sabe que compartir un dolor es dividirlo y compartir una alegría es multiplicarla". 
 
"Bienaventurado el Mahatma Gandhi que fue el que dijo que hace casi dos mil años que estamos festejando el amor; o sea, el nacimiento de Jesús, no el de Herodes". 
 
"Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos...". 
 
"Doy la cara al enemigo, la espalda al buen comentario, porque el que acepta un halago empieza a ser dominado; el hombre le hace caricias al caballo pa' montarlo...". 
 
"El que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada". 
 
"El Señor no nos va a preguntar que hicimos con el dinero, sino qué hicimos con la alegría, inevitable para vivir". 
 
"En una eternidad siempre se puede empezar de nuevo". 
 
"Estábamos un día en Nueva York, y a la salida del teatro Lincoln Center se me acercó un periodista y me espetó: “Señor Cabral, yo estoy de acuerdo en todo lo que usted ha dicho esta noche, excepto en que Dios es siempre justo. Si Dios fuera siempre justo, usted debería tener tanta difusión, tanto éxito como Julio Iglesias.” A lo que yo le respondí: “Claro que Dios es siempre justo. Julio Iglesias tiene más difusión, más éxito que yo puesto que necesita del dinero mucho más que yo para vivir. Yo, necesito más libertad que Julio para vivir, por eso Dios me hizo más libre". 
 
"Fui analfabeto hasta los 14 años, por eso cuando me dicen ‘no puedo’, yo les digo ‘no jodas’". 
 
"La gente es todo lo vieja que quiera ser. He visto algunas muchachas con 20 años y estar totalmente envejecidas, por el contrario, conozco a una muchachita con 83 años, Teresa de Calcuta, que nos enseña a vivir todos los días". 
 
"La sociedad humana está tan mal por las fechorías de los malos, como por el silencio cómplice de los buenos". 
 
"La vida es hambre o festín. Tú eliges".
 
"Me gusta andar pero no sigo el camino, pues lo seguro ya no tiene misterio".
 
"Nunca voy con los que lloran y siempre con los que cantan. Los paisanos de mi pueblo cuando tienen un dolor, en lugar de andar llorando, cantan debajo del sol."
 
"Olvidar cosas malas, también es tener buena memoria, decía Martín Fierro. Yo digo: el olvido es una gentileza de Dios".
 
"Por el mundo caminado, he podido comprobar que el que fácilmente halaga, fácilmente insultará".
 
"¿Qué es eso de andar escondiendo lo que el Señor te dio para compartir?"
 
"Tienes un cerebro como Einstein, tienes un corazón como Jesús, tienes dos manos como la Madre Teresa, tienes una voluntad como Moisés, tienes un alma como Gandhi, tienes un espíritu como Buda. Entonces, cómo puedes sentirte pobre y desdichado."
 
"Padre: ¿De quién aprender?
Aprende del agua… ¿Por qué? Porque el agua es humilde y generosa con cualquiera. Aprende del agua que toma la forma de lo que la abriga. En el mar es ancha, angosta y rápida en el río, apretada en la copa; sin embargo, siendo blanda moldea a la piedra dura. Aprende del agua tan graciosa, que por delgada se te escapa entre los dedos. Tan graciosa como la espiga, que se somete a los caprichos del viento y se dobla hasta tocar con su punta la tierra, pero pasado el viento la espiga recupera su erguida postura, mientras que el roble por duro no se doblega y es quebrado por el viento. Sé blando como el agua para que el Señor pueda moverte graciosamente en cumplimiento de tu destino".
 
"El poeta indio Tagore, que bautizara "Mahatma", es decir, alma grande, a Gandhi, decía que cuando el hombre trabaja Dios lo respeta, más cuando el hombre canta Dios lo ama. Mi madre poco antes de morir me dijo: “Muero contenta, porque cada vez te pareces más a lo que cantas”. Juan Francisco, mi ahijado, dice, a sus dos años de edad, que soy artista porque canto, y que canto para poder comprarle chocolates, que es lo más razonable que escuché sobre mi oficio".
 
"Cuando me fui de mi casa, niño aún, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: “Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida, el segundo la libertad para vivirla”. La oración dilecta de mi madre decía: “Señor, te pido perdón por mis pecados, ante todo por haber peregrinado a tus muchos santuarios, olvidando que estás presente en todas partes. En segundo lugar, te pido perdón por haber implorado tantas veces tu ayuda, olvidando que mi bienestar te preocupa más a ti que a mí. Y, por último, te pido perdón por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando mi corazón sabe que mis pecados son perdonados antes que los cometa ¡Tanta es tú misericordia, amado Señor!”."
 
"Mi madre creía que el día del Juicio Final el Señor no nos juzgará uno por uno -ardua tarea- sino el promedio, y si juzga el promedio estamos salvados porque la mayoría es buena gente. El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso -una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que construyen la vida-. Diría mi madre: “Si los malos supieran qué buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio”."